lunes, 16 de septiembre de 2013

Posted by E |
Idas al centro comercial arenales y al club sugoi, el leer revistas españolas como DOKAN donde hablaban de DNA y katsura -y que te venían con cds con videos y mp3 de temas como Blurry eyes-, observar el fandom de FLCL impulsado por la revista Sugoi y el mismo club quienes proyectaban aMVs con música de The Pillows, la novedad de Fullmetal Alchemist (con su tema REWRITE) y el boom de las descargas por internet, el toparme con el disco X JAPAN BALLAD en una de mis visitas a arenales, etc. Todo eso influyó en mi gusto por el Jrock a la temprana edad de 14-15 años.

De por sí siempre me ha gustado y me ha llamado la atención el Rock en general, quizás porque tanto mi viejo como mi hermano mayor siempre han sido asiduos en su consumo y en la casa siempre sonaba algo relacionado a aquello, desde rock de los 60s hasta rock noventero, el grunge de Nirvana, Smashing Pumpkins y toda la ola alternativa que hubo con la cual crecí y que desembocó en que lo tomara como algo propio y luego ese gusto se sumara al que siempre tuve por el anime y la música que se relacionaba con eso. El ver anime desde pequeña y siempre haber estado sola en ese gusto hasta que entré al colegio también hizo que siempre mantuviera una actitud alpinchista con el mundo, actitud que iba muy de la mano con la del rock and roll, por lo cual ambas cosas se fusionaron y a la larga causaron que mi interés en el rock japonés creciera.

Y eso fue tan sólo el principio...

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